COMUNICADO A LA DIÓCESIS DE S. CRISTÓBAL DE LAS CASAS, CHIAPAS,
CON MOTIVO DEL NOMBRAMIENTO DEL OBISPO SUCESOR.
A los Sacerdotes de ambos Cleros, a las Religiosas y Religiosos, a los miembros de Institutos de Vida Consagrada, a los Diáconos, a los que desempeñan servicios ministeriales, a las distintas instancias de servicio en la Diócesis, a todos los católicos y a los cristianos. Hermanos y hermanas todos:
Habiendo tenido días de tristeza e incertidumbre, el Señor nos premia con la alegría de saber, por medio de S. Excia. el Sr. Nuncio Apostólico D. Justo Mullor García, que el Romano Pontífice Juan Pablo II, -cuya decisión amorosamente acatamos- ha nombrado como Obispo sucesor de nuestra Diócesis de S. Cristóbal de las Casas, a nuestro hermano Felipe Arizmendi, hasta ahora Obispo de la Diócesis de Tapachula, primera que fuera erigida con territorio de la llamada antiguamente Diócesis de Chiapas.
Al comunicar a toda la Diócesis esta noticia, no podemos esconder nuestra alegría. Vemos ya en vía de cumplimiento, las palabras promisorias de que no se darían pasos fuera de un compromiso de buscar la Paz y que se continuaría desarrollando la actividad pastoral en marcha en las comunidades indígenas, como rezaban los últimos comunicados de la Santa Sede.
Dirijo a nuestro hermano Obispo y nombrado Sucesor, Mons. Felipe Arizmendi, mi más fraterno saludo. Su aprecio por nuestra Diócesis en significativos momentos, ha hecho que la Diócesis hermana de Tapachula que hasta ahora preside en la caridad, haya caminado junto con la Diócesis de Tuxtla Gutiérrez y su Pastor, al lado de nuestro proceso diocesano como uno solo. Con acciones concretas ha expresado su fraternidad con nosotros, caminando en la unidad para responder al destino que el Señor Dios de la historia ha entregado a nuestro Chiapas, en el contexto de nuestro País y del mundo, así eclesial como extraeclesialmente.
Exhorto a todos los Agentes de Pastoral y a los feligreses todos, a dar una obsequiosa acogida al nuevo Obispo de nuestra Diócesis Mons. Felipe Arizmendi. La generosidad que ha mostrado al aceptar la palabra del Romano Pontífice, habla muy fuertemente de su espíritu de servicio, de su amor a Dios Trino y Uno y de su fidelidad a la Iglesia; todo lo cual lo vivirá en esta Iglesia particular marcada de una manera especial por la fuerza del Espíritu de Dios.
+ Samuel Ruiz G.
Emérito de S. Cristóbal de L. C., Chiapas.S. Cristóbal de L. C., Chiapas 31 de Marzo de 2000