El macizo forestal que esta en el corazón de la selva Lacandona conocido como Montes Azules, es una tierra para sembrar sueños, como ha sido nombrada en los últimos años.
La UNORCA propone con el fin de conciliar intereses, establecer una mesa de negociación como única salida pacifica al conflicto, para lo cual, es necesario se convoque a todos los actores involucrados en la solución de este conflicto, y los cuales de manera transparente manifiesten su posición e intereses; ya que no solo depende de la participación y disponibilidad de los actores locales, el éxito de esta propuesta. Para ello cabe mencionar que están perfectamente identificados los intereses presentes como son: Conservación Internacional, la CONABIO, el Instituto de Ecología de la UNAM, la SEMARNAT, Grupo Pulsar y mas recientemente la Organización ambientalista CEIBA, quienes articulan y garantizan la consolidación del Proyecto del Corredor Biológico Mesoamericano financiado por Banco Mundial, puente del Proyecto del Gobierno Federal el Plan Puebla Panamá.
El Gobierno Federal pretende desalojar a varias comunidades campesinas e indígenas asentadas en la región de Montes Azules, bajo el pretexto de estar ubicadas en un área natural protegida por decreto federal concedida a la etnia lacandona. Muchos de estos asentamientos tienen un historial de expulsiones y desplazamientos por parte militares y de grupos paramilitares, por lo que pueden considerarse hasta el momento desplazados de guerra, y en un futuro cercano también como desplazados ambientales. Y no por la necesidad de sus actividades de subsistencia, sino por los intereses privados que existen en el territorio donde decidieron y les permitieron asentarse.
Estas amenazas de desalojo se han acentuado con el creciente interés de grupos inversionistas privados (Grupo Pulsar) quienes pretenden impulsar, promover y fomentar proyectos de "investigación científica", de Bioprospección (biopiratería), servicios ecoturísticos de lujo, comercio de especies y maderas al amparo de la UNAM, la SEMARNAT-CONABIO y CEIBA.
Esto constituyen una nueva forma de despojo de las tierras y recursos de las comunidades y pueblos indígenas, a favor de los intereses privados de empresas transnacionales.
Por lo anterior, la UNORCA demanda al gobierno federal y estatal, evitar cualquier tipo de desalojo de los poblados ubicados en la región de Montes Azules. La UNORCA considera que cualquier agresión o despojo a estas comunidades es una agresión en contra de los campesinos e indígenas mexicanos, y por lo tanto una agresión en contra de nuestra organización.
La falta de cumplimiento a las demandas de los pueblos indígenas, expresada en la ausencia de reconocimiento de sus derechos y cultura, de acuerdo a la Ley Indígena de la COCOPA emanada de los acuerdos de San Andrés Larrainzar, es la principal causa que ha provocado que los pobladores amenazados en diferentes comunidades deban buscar refugio en la región de Montes Azules. La UNORCA manifiesta que los conflictos territoriales en la región de Montes Azules, no pueden abordarse sin el reconocimiento previo de los derechos y cultura indígenas.
La tensión e intimidación de que son sujetos los habitantes de los poblados en la región de Montes Azules, así como las acciones represivas que pretenden tomar el gobierno federal y estatal, aumentarán el grado de tensión y conflictos en la zona, generando un conflicto social de mayor magnitud. Por lo tanto la UNORCA exige al gobierno federal y estatal detener sus pretensiones de desalojo y los responsabiliza de cualquier conflicto en esta región.
Alberto Gómez Flores
Comisión Ejecutiva Nacional
Coordinador Ejecutivo UNORCA
Marcelo Carreón Mundo
Olegario Carrillo Meza
Zohelio Jaimes Chávez
Servando Olivarria Saavedra
Clemente Guillen Sagahón
Jaime Castillo Ulloa
Valeria Vidals Martínez
Santiago Lorenzo Jiménez