TESTIMONIO DE LA SOCIEDAD CIVIL LAS ABEJAS
EN EL SEGUNDO ANIVERSARIO DE LOS MÁRTIRES
DE LA TIERRA SAGRADA DE ACTEAL.

22 DE DICIEMBRE DE 1999

A los pueblos indígenas de Chiapas, de México, de América Latina y del mundo entero. A todos los desplazados y refugiados en México y en el mundo. A las personas y organizaciones que luchan por la paz y que tienen su corazón unido al nuestro. A todas las personas que caminan con nosotros con su presencia física o apoyo moral. A todas las Iglesias hermanas. A la prensa nacional e internacional.

Levantemos nuestras voces hacia el mundo entero, para que todos entiendan y sientan nuestra tristeza, nuestro dolor, nuestra humillación y orfandad después de que hoy, hace 2 años, 45 de nuestros hermanos mártires fueron masacrados por paramilitares, mientras hacían oración y ayuno para pedir la paz. Hoy nuestros corazones los recuerdan y los tienen presentes en esta celebración.

Es muy lamentable y amargo que nos sigan amenazando y hostigando en algunas comunidades, como sucedió hace unos días en Canolal, de donde fueron desplazadas 10 familias que hoy viven aquí en Acteal.

El nuevo desplazamiento se originó porque los paramilitares siguen armados y amenazan a las comunidades.

La fiscalía especial del caso Chenalhó ha avanzado en su trabajo, pero le hace falta detener a algunos paramilitares que son los autores materiales e intelectuales de la masacre de hace dos años.

Quien nunca avanza en su trabajo, es el Procurador del Estado porque no quiere detener a sus paramilitares, no quiere impartir la justicia, y por esa razón no hay posibilidad de retorno a nuestros lugares de origen.

Los paramilitares libres siguen amenazándonos, porque nos despojan de nuestras tierras, invaden nuestros cafetales, queman nuestras casas y roban nuestras pertenencias.

Pero a pesar de toda esta situación de guerra, seguimos teniendo esperanza. La esperanza de que haya justicia verdadera. Día con día y año con año lo estamos pidiendo.

Hermanos y hermanas, nunca dejaremos de callar cuando no hay solución, nunca dejaremos de callar cuando nos siguen oprimiendo, cuando no hay cumplimiento a nuestras demandas.

El Gobierno Federal y Estatal no demuestran su voluntad por promover la paz y la justicia. Siguen militarizando nuestras comunidades indígenas aquí en Chiapas y en otros Estados de la República. Aumentando la presencia de militares y elementos de seguridad pública, provocan enfrentamientos. Pero nosotros como Sociedad Civil Las Abejas, ya no queremos más sangre como sucedió en Acteal. Ya basta del derramamiento de sangre. Que se establezca ya la paz, con justicia y dignidad.

Queridos hermanos y hermanas, unamos nuestras voces, unamos nuestras palabras y nuestro pensamiento, y caminemos juntos hacia un mundo nuevo, corrigiendo los errores, luchando pacíficamente contra la injusticia, y haciendo valer los derechos de los niños, hombres y mujeres.

Construyamos un mundo de paz, de amor y caridad como nos ha enseñado Nuestro Señor Jesucristo.

Por la Sociedad Civil Las Abejas.
Mesa Directiva.

Benjamín Pérez Pérez
Sebastián Gómez Pérez
Antonio Gutiérrez Pérez