Sr. Nuncio Apostólico
Bienvenido Chiapas y a nuestro país.
Eminentísimos Cardenales
Estimados hermanos Obispos
Hermanos Obispos y Arzobispos de otros países presentes en medio de nosotros
Hermanos representantes de otras religiones
Amado hermano obispo Mons. Felipe Arizmendi
Hermanas y hermanos todos

Pasó nuestro momento de incertidumbre: la noche obscura de nuestra transición, con sus escenarios periodísticos, políticos y aún intraeclesiales. La Pascua de Resurrección disipó esa noche y nos inunda la luz de Cristo que es nuestra Pascua. Fueron días, los anteriores, que han sido ya arrastrados llevándose su propia ansiedad. Desde el momento en que la sucesión para el pastoreo de esta Diócesis quedaba en lo desconocido, numerosas comunidades iniciaron cotidiana oración por tí hasta el día de hoy, cuyo nombre aún no conocían. Dios, a través de diferentes mediaciones, nos ha dado su respuesta que se concretiza el día de hoy. Me toca entregarte este báculo, hecho por manos artesanas aborígenes, con grande afecto. Este báculo, es, en este momento, un símbolo de nuestro tránsito pascual; es señal de que esta grey lleva un camino en el que tú la vas a acompañar como Pastor y Guía; es señal de que esta Diócesis de San Cristóbal de Las Casas, (Diócesis de cuyo seno, como se señaló, han salido las otras dos de Chiapas), no caminará en ningún momento ni a la deriva, ni en colisión interna, sino bajo tu cuidado, porque has sido ya bienvenido entre nosotros, desde que franqueaste ayer los límites de lo que ya es territorio de tu Diócesis.

Hoy recurren los 60 fructíferos años de tu vida. ¡Felicitaciones! Eso nos brinda la oportunidad de juntar nuestra palabra de felicitación con nuestra hermana Diócesis de Tapachula, presente aquí a través de numerosas representaciones. Pero, además, nos permite agradecer, desde el fondo de nuestro corazón, a esta Diócesis hermana porque fue el campo que el Señor te dio, para que creciera y madurara la semilla de educación en la fe que Él mismo hizo plantar en tu corazón y en la que te fraguaste como Pastor y como hermano solidario nuestro. Se visualiza, por otra parte, con estos acontecimientos, la providencial disposición divina de que Chiapas tiene un común destino y éste enfocado en servicio del crecimiento y transformación de nuestro país.

Hay líneas claras de nuestro caminar hacia el futuro, no las desglosaré solamente las mencionaré:

Esta Diócesis tiene un futuro providencial en medio de la Iglesia Universal, como testimonio que debe dar hacia el mundo, tanto dentro como fuera de la Iglesia. Tiene una vocación a la unidad. Tiene un caminar ecuménico e interreligioso que va en avance, que tiene que ser cultivado, en un crecimiento y que nos llevará a una unidad mucho mayor todavía no definida en la Iglesia Universal. Y consideramos esto, humildemente, una aporte para este caminar de toda la Iglesia.

Estamos encaminándonos, tímidamente, pero también firmemente hacia una iglesia autóctona, con las indicaciones del Concilio y las reflexiones que se han hecho en el Continente sobre ello. Hay catequistas, hay diáconos, está visualizándose hacia el futuro el sacerdocio autóctono. Y tú habías sido encargado por la Conferencia Episcopal para ir viendo este caminar.

Esto implica también un trabajo constante por la identidad cultural, esto es una nueva tarea, inclusive con ejemplos concretos que el día de ayer o antier acabo de percibir, hay una vocación y llamamiento a la unidad desde la cultura, mucho más fuerte inclusive que desde la identidad cristiana.

Esto es una cosa que maravillosamente esta sucediendo en todo el Continente. Desde la identidad indígena hay aglutinamientos religiosos y políticos que no se hubieran conseguido de otra manera. Hay que profundizar por tanto el Evangelio en estas dimensiones, tanto los Agentes de Pastoral como también evidentemente los fieles cristianos.

Y no podemos esconderte, ni tú lo ignoras, que esta Iglesia, peregrina como toda Iglesia, en el conflicto, es decir en la Cruz del Señor. Es un conflicto de guerra que no se ha resuelto y es un conflicto de una opción, porque el pobre es resultado del conflicto social. Así no es profecía sino simplemente mirar y constatar que se va a justificar y se van a justificar a sí mismos aquellos que vituperan a esta iglesia. La difamarán quienes la juzgan obstáculo a sus pretensiones y la seguirán agrediendo si ésta no es dócil al sistema y a sus requerimientos injustos. Pero ahí tenemos también una tarea, una pastoral de reconciliación, en donde mediante el diálogo intercomunitario y con el diálogo con todas las fuerzas, incluyendo también la tarea de descubrir y hacer que se descubra la forma evangelizadora de llegar a nuestras fuerzas armadas, presentes mayoritariamente en nuestro territorio, queda como una tarea no tan sencilla, pero ciertamente llena de resultados futuros porque acompañará el Señor en todo este caminar, con su luz y la fuerza de su Espíritu.

Todo esto se resume en una cosa que tú ya vives y que vivimos todos, desde que comprendemos más claramente en este camino lo que significa el caminar de la Iglesia en una opción fundamental y constitutiva, que es la opción por los pobres.

Al entregarte pues, hermano obispo, este báculo, entendemos que la fuerza del Espíritu y la luz que Él trae, te acompañara siempre.

Mons. Samuel Ruiz García
Obispo Emérito de San Cristóbal de Las Casas