Los Derechos Humanos están de luto:
Cronología de un crimen

Pedro Sergio Becerra Toledo

Una de las más importantes defensoras de derechos humanos en nuestro país fue arteramente asesinada hace unos días en la capital de nuestro país, sin embargo, este acontecimiento estuvo antecedido por una serie de atentados en contra de su persona y demás compañeros de lucha, por defender los derechos humanos de los más desprotegidos que, posteriormente por paradojas del destino, ella sería la afectada en su derecho más fundamental: La vida.

La nueva Declaración sobre los Defensores de los Derechos Humanos de la ONU, señalan que los Estados deben adoptar medidas para garantizar el derecho de los individuos, grupos e instituciones de promover el respeto para los derechos humanos. Se invocan también principios internacionales que obligan a los gobiernos a garantizar que los abogados pueden celebrar sus actividades profesionales sin interferencia indebida. De conformidad con el Principio 18 de los Principios Básicos sobre la Función de los Abogados de las Naciones Unidas, los abogados no deben ser identificados con sus clientes ni con las causas de sus clientes como consecuencia del desempeño de sus funciones. Sin embargo en el caso de la abogada del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro DIGNA OCHOA Y PLÁCIDO, sufrió muchas veces en carne propia violaciones a sus más elementales derechos, a continuación una cronología de dichos sucesos:

  1. El 9 de agosto de 1999 Digna Ochoa y Plácido, abogada de la organización no gubernamental denominada Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (en adelante "el Centro PRODH") fue secuestrada por un espacio de cuatro horas por desconocidos, quienes sustrajeron sus pertenencias e identificaciones personales;
  2. El 3 de septiembre de 1999 el Centro PRODH recibió por correo tres sobres que contenían textos con amenazas, uno de los cuales tenía una cruz de color negro en la parte inferior del texto; además apareció una tarjeta de presentación con el nombre Digna Ochoa y Plácido que también contenía una cruz negra dibujada en la parte superior;
  3. La Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos "Todos los derechos para todos", el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional y el "Lawyer’s Committee for Human Rights" vincularon las amenazas recibidas con el secuestro de la señora Ochoa de 9 de agosto de 1999, debido a la tarjeta personal de la misma encontrada dentro de uno de los sobres. Como consecuencia, solicitaron medidas cautelares a la Comisión Interamericana para proteger la vida e integridad de la señora Ochoa y del sacerdote Edgar Cortéz Morales. Este último fue incluido ya que uno de los sobres contenía una amenaza dirigida al "Reverendo Padre";
  4. El 8 de septiembre de 1999 los miembros del Centro PRODH recibieron nuevas amenazas en cuatro sobres que aparecieron dentro de sus oficinas, debajo de una maceta. Los peticionarios denunciaron estos hechos a la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, la cual decidió ampliar dos investigaciones que había iniciado en 1995 y 1996 a raíz de denuncias sobre amenazas de muerte contra el entonces Director del Centro PRODH, señor David Fernández, y otros miembros de la misma organización, incluyendo a la señora Ochoa;
  5. El 9 de septiembre de 1999 la Comisión solicitó al Estado Mexicano adoptar medidas cautelares para proteger la vida e integridad física de los señores Digna Ochoa y Plácido, Edgar Cortéz Morales y los miembros del Centro PRODH;
  6. El 21 de septiembre de 1999 el Estado informó a la Comisión sobre el estado de implementación de las medidas solicitadas;
  7. El 14 de septiembre de 1999 aparecieron dos sobres con nuevas amenazas de muerte en el cajón principal del escritorio de la recepción del Centro PRODH;
  8. El 5 de octubre de 1999 la señora Ochoa encontró en su domicilio la credencial de elector que le fue robada durante su secuestro de 9 de agosto de 1999;
  9. El 13 de octubre de 1999 apareció un nuevo anónimo que contenía una amenaza de bomba en el Centro PRODH;
  10. El 28 de octubre de 1999, aproximadamente a las 10:00 p.m., la señora Ochoa fue secuestrada en su casa y, entre amenazas y agresiones, fue interrogada sobre actividades e información personal de cada uno de los miembros del Centro PRODH, situación que se prolongó por un período aproximado de nueve horas, hasta el amanecer. Asimismo, los agresores la ataron a su cama, colocaron a su lado un tanque de gas abierto y se fueron aproximadamente a las 7:00 a.m.; sin embargo, la señora Ochoa logró desatarse y más tarde encontró en su casa el portafolio que le había sido robado durante su secuestro de 9 de agosto de 1999;
  11. El 29 de octubre del mismo año, al llegar al Centro PRODH para iniciar sus labores, los miembros de dicho centro encontraron abierta la puerta principal y una serie de irregularidades, tales como escritorios desordenados, papeles esparcidos por el piso y una carpeta que decía "Poder Suicida".

Como consecuencia de ello, en la resolución de la Corte Interamericana de Derechos Humanos de fecha 17 de Noviembre de 1999 solicitó medidas provisionales al estado mexicano para proteger la vida de los abogados de este Centro de Derechos Humanos, sin embargo por lo sucedido hace algunos días nos muestra que en nuestro país estamos cada día peor en materia de derechos humanos, además es necesario señalar que en la resolución de la Corte Interamericana de Derechos Humanos sobre el caso Digna Ochoa en 1999,en el numeral 5, el estado mexicano tiene la obligación de informar cada dos meses sobre las medidas provisionales para proteger a los afectados, falta ver ahora que responderá el de las botas de charol a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, sobre el homicidio de la abogada Digna Ochoa y Plácido (Descansen en paz, los derechos humanos en México).

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