REPORTE SOBRE LA SITUACIÓN EN LA COMUNIDAD
DE AMADOR HERNÁNDEZ,
MUNICIPIO DE OCOSINGO, CHIAPAS.

Mientras participábamos en el Encuentro Nacional en Defensa del Patrimonio Cultural, celebrado en La Realidad, en . el cual participaron distintas organizaciones, escuelas, sindicatos y sociedad civil, fuimos informados acerca del operativo militar que se llevaba a cabo en la comunidad de Amador Hernández, ubicada dentro de la Reserva de la Biósfera "Montes Azules". Inmediatamente, tuvimos una reunión donde acordarnos que un grupo de nosotros partiera en representación de todas las organizaciones participantes en el encuentro en calidad de observadores y de apoyo pacífico a la comunidad ante la posibilidad de una inminente invasión armada de parte del Ejército Mexicano.

La mañana del sábado 14, un grupo de 30 personas, en su mayoría estudiantes de la ENAH, UNAM, UAM, y miembros de la Sociedad Civil, partimos hacia la comunidad de Amador Hernández. El traslado nos llevó más de doce horas debido a que el camino principal estaba obstruido por el Ejército Federal. La comunidad nos recibió con mucha solidaridad.

A la mañana siguiente, la comunidad se organizó para llevar a cabo una acción pacífica de protesta ante la ilegal presencia militar que se ha establecido allí desde el pasado miércoles con el pretexto de construir una carretera que, según dicen, les fue solicitada por el grupo ARIC independiente. Fuimos invitados a participar en esta acción pacífica en calidad de observadores, tornando fotos y videos, y nos sumamos a las protestas y peticiones de la comunidad para desalojar a las tropas por medio de discursos pronunciados con un altoparlante.

La acción transcurrió de la siguiente manera. En un punto cercano al campamento militar, los miembros de la comunidad de Amador Hernández y otras vecinas, se reunieron, y acordaron marchar de manera ordenada, con las mujeres de las comunidades encabezando la marcha. Se nos invitó a sumarnos a esta marcha, formándonos detrás de ellas con nuestras cámaras para tener un testimonio. Seguidamente venían el grueso de varones, ancianos y niños. Al llegar al campamento militar, una valla de presuntos miembros de la policía militar, tras la cual había un numeroso grupo de soldados fuertemente armados, detuvieron nuestro avance. Ante la insistencia de los miembros de la comunidad por seguir avanzando por esa ruta, que es el camino principal, algunos soldados de la primera hilera hicieron ademán de golpear con sus macanas a las mujeres que empujaban sus escudos pidiéndoles que se marcharan. Ante nuestras protestas, tanto miembros de la comunidad como algunos de nosotros fuimos agredidos con una especie de gas o líquido paralizante, que nos causó lesiones en los ojos, mucosas y piel. En el operativo militar, algunos soldados perdieron macanas de Policarbonato y granadas de gas letal fabricadas en Pennsylvania, con la leyenda de "Uso exclusivo del ejército de los Estados Unidos de Norteamérica", algunas de las cuales fueron recogidas por miembros de la comunidad -

Después de esta primera agresión de parte del ejército, el acto continuó de manera pacífica. Los miembros de la comunidad exhortaron con un altoparlante al ejército a que se retirara, que no querían sus caminos mientras no se cumplieran los Acuerdos de San Andrés Larrainzar. Durante las horas que duró este acto, pudimos atestiguar que llegaron al campamento al menos cinco o seis vuelos de helicóptero, de la Fuerza Aérea Mexicana, Armada de México y de la Marina Nacional, con matrículas 1810, 1707 y 3506 entre otras. Los helicópteros desembarcaron en promedio de 10 a 15 soldados cada uno, grandes cantidades. de alambre de púas norteamericano, latas y cajas de municiones, alimentos, agua y otras latas y cajas de contenido aún no determinado. La zona donde se improvisó el helipuerto fue completamente deforestada, cercada con alambre de púas y custodiada por un grupo de al menos 15 soldados y un oficial, quien autoritariamente buscaba impedir que sacáramos fotos y videos. La milpa que allí se encuentra ha sido devastada por los constantes vuelos, que se calcula han elevado el número de efectivos militares al número de 400 o más, cifra que aumenta a cada vuelo.

Cabe mencionar que una reportera de nombre Janet Schwartz llegó en uno de los vuelos de helicóptero, tomó numerosas fotografías desde adentro del campamento militar y luego pasó al cerco buscando obtener información y entrevistas con miembros de la comunidad y estudiantes ostentándose como prensa internacional neutral, para después abordar otro helicóptero militar y presentar una información completamente distorsionada.

Al oscurecer, partimos de la misma forma organizada, hacia la comunidad, las mujeres primero, los hombres después, y nosotros al último, formando un cinturón de paz. Gente de la comunidad de Amador y otras vecinas establecieron campamentos de vigilancia debido al riesgo latente de una incursión nocturna por parte del Ejército Mexicano. Al llegar a la comunidad, nosotros también nos organizamos para la observación nocturna, que mantuvimos desde la medianoche al amanecer.

El siguiente día, la marcha de los miembros de la comunidad de Amador y vecinas fue la misma, iniciándose temprano por la mañana. Alrededor del mediodía, salieron también al campamento militar, por su cuenta, los miembros de la ARIC independiente, con pancartas que decían "Fuera Ejército Militar". Se les abrió paso, y el comisariado de Amador Hernández, entregó un documento a dos funcionarios del Ayuntamiento de Ocosingo, que fungen como responsables del proyecto para construir la carretera. En dicho documento se pide formalmente que la obra finalice en la localidad de Chapultepec, comunidad situada a unos 9 Kilómetros de Amador Hernández. En el documento también se exige la retirada del Ejército Mexicano, peticiones que fueron recalcadas con palabra. Este documento fue firmado de recibido por los dos funcionarios, después de que el día anterior, un acta firmada por el comisariado fue desconocida por tales funcionarios, posteriormente la ARIC regresó a la comunidad. Cabe mencionar que en esta ocasión no hubo ningún tipo de contacto con el Ejército Militar, el cual mostraba haber aumentado en número y estaba en formación detrás de un cerco de alambre de púas recién instalado. También se cercó por completo el helipuerto y se aumentó el número de efectivos que lo vigilaban. Permanecimos, al igual que el día anterior hasta que oscureció, nos retiramos de forma ordenada y se organizaron de nueva cuenta las guardias nocturnas. Mientras tanto, una segunda brigada de 30 participantes en el Encuentro en Defensa del Patrimonio Cultural, llegaron a Amador procedentes de La Realidad, acompañados por dos periodistas. Por último, mencionamos que salió una avanzada de dos de nosotros, con material fotográfico y grabaciones auditivas, hacia San Cristóbal para difundir los acontecimientos, debido a que el cerco que ha impuesto el Ejército Mexicano no permite ni que lleguen alimentos y medicinas, ni que llegue o salga información que no sea la "oficial".

El Martes 17, los dos grupos de observadores, ya reunidos, participamos en la marcha que se organizó de la misma manera, ordenadamente. En esta ocasión, dos de los helicópteros militares trajeron a bordo a reporteros de distintos medios de comunicación, entre los que se contaban El Financiero, AP, El Canal 10 Local , Televisión Azteca, Víctor Cancino y Janet Schwarz, estos últimos conocidos por su falta de ética periodística. A su llegada, se empezaron a gritar consignas de "Prensa vendida", mientras tanto, estos periodistas se abocaron a tomar fotos no sólo del acto en sí, sino que era clara su intención de retratar y tomar video de cada uno de los observadores. Al parecer, esta actitud responde a un acto mas intimidatorio que informativo, ya que no esperaron el tiempo suficiente para recoger testimonios de los participantes en la marcha, además de que estas fotos han sido presumiblemente puestas a disposición del Ejército Militar para perjudicarnos, además del mal uso que ha hecho un gran sector de la prensa para desinformar acerca de estos hechos. Como ejemplo de lo anterior está la declaración radial del señor Víctor Cancino, quien entre una serie de imprecisiones, afirmó tajantemente que el nuestro era un grupo de Ultras de la UNAM, lidereados por la actriz Ofelia Medina, y nos acusó de ser los agitadores de la comunidad, de haber "atacado" al Ejército Mexicano, e inclusive de haber secuestrado a dos personas a que para entonces, radiodifusoras locales daban información, informaciones, todas ellas, rotundamente falsas. Los reporteros que llegaron en helicóptero militar, estuvieron un máximo de hora y media, sin salir del campamento militar, tras lo cual abordaron otro helicóptero puesto a disposición de ellos por el ejército para fines de dar la "información oficial". Se hizo nuevamente la guardia nocturna, debido a que el peligro de una avanzada del Ejército Mexicano estaba, y continúa estando latente. Cabe agregar que alrededor de las 15 horas de este día salieron 6 de nuestros compañeros más dos gentes de prensa hacia San Cristóbal y tuvieron que esperar en San Quintín debido a que las autoridades gubernamentales y locales han fomentado un clima de hostilidad de la comunidad hacia nosotros.

Al día siguiente, 20 de nosotros dejamos la comunidad de Amador, con rumbo hacia La Realidad, donde descansamos para llegar al día siguiente a San Cristóbal. Durante el recorrido, se confirmaron las versiones de que el gobierno ha procedido penalmente, cuando no legalmente, en contra nuestra, girando órdenes de aprensión, y en los numerosos retenes militares que tuvimos que pasar, hemos sido víctimas de acoso y hostigamiento por parte de militares, como fueron las tomas de fotografías y videos de cada uno de nosotros argumentando que lo hacían "para dar fe del cumplimiento de la Ley Federal de Armas y Explosivos". Asimismo, entrando al municipio de Las Margaritas, fuimos detenidos en el retén de Migración, donde un agente de la Policía Judicial Federal, en actitud sobremanera prepotente, se subió al camión con una cámara fotográfica, nos tomó varias fotografías diciendo textualmente que "Ustedes vinieron a meterse en pedos". Durante todo el camino fuimos seguidos por personas no identificadas y en una gasolinera de Las Margaritas nos encontraron reporteros de "La Jornada" y miembros de distintas organizaciones de derechos humanos con sede en San Cristóbal de Las Casas para ponernos al tanto del despliegue de desinformación que los medios de comunicación masivos han hecho en nuestra contra, así como de las declaraciones de Albores Guillén sobre las órdenes de aprensión en contra de todos los 60 participantes como observadores en la ocupación militar que se lleva a cabo en Amador Hernández, violando nuestros derechos ciudadanos al libre tránsito y libre organización que tenernos como ciudadanos mexicanos.

Por lo anterior exigimos se den garantías para todos los observadores nacionales e internacionales que viajan en la zona y se responsabiliza a Albores Guillén de la seguridad de todos los observadores y estudiantes.