Al igual que en otras ciudades del país, en San Cristóbal de Las Casas, nos dimos a la tarea de organizarnos y movilizarnos para exigir una solución pacífica al conflicto en nuestro Estado. Así desde los primeros días de 1994 surgió "Ciudadanos Sancristobalenses por la Paz" (CIUSPAZ), como un motorcito que impulsó varias iniciativas y acciones concretas desde esta antigua capital colonial, en condiciones particularmente difíciles.
Después de los "diálogos de la Catedral" y del fraude consumado en las elecciones de 1994, mismo que denunciamos junto con otras organizaciones a través de la Procuraduría Electoral del Pueblo Chiapaneco, algunos miembros de CIUSPAZ se incorporaron a los esfuerzos para dar expresión local a espacios organizativos de la Sociedad Civil Nacional, como Alianza Cívica. Mientras tanto, otros ciudadanos Sancristobalenses nos dedicamos al trabajo organizativo con el pueblo pobre de nuestra ciudad; así nació el
MOVIMIENTO DE BARRIOS,
COLONIAS Y COMUNIDADES DE SAN CRISTÓBAL (BACOSAN)
Para ese entonces, un grupo de la élite política y económica regional ya se había hecho famoso a través del tristemente célebre "Frente Cívico Sancristobalense", también autodenominado de "Auténticos Coletos". Clamaban por la intervención militar en contra del EZLN, pedían la destitución de Monseñor Samuel Ruiz García y la cancelación del periódico Tiempo y de la radiodifusora comercial XEWM, por su papel importante en la información sobre los acontecimientos en nuestro Estado.
En este contexto, los miembros de las familias más participativas del lado pacifista comenzamos a recibir serias amenazas, principalmente por medio de llamadas telefónicas y de cartas anónimas. En uno de éstos escritos enviado a la familia Hidalgo Pérez, los llamaban "Traidores" por apoyar al Obispo Samuel Ruiz y al candidato a gobernador Amado Avendaño ; amenazaban "nuestra venganza será muy cruel, el día menos esperado... ; contamos con buenas armas, con el apoyo del ejército y de los ganaderos"(Averiguación Previa AL40/334/995).
Esta familia es oriunda de San Cristóbal de las Casas y se ha distinguido a partir de 1994 por su participación decidida en CIUSPAZ, BACOSAN y el Comité Ciudadano para la Defensa Popular (COCIDEP), organizaciones sociales que promueven una solución negociada al conflicto en Chiapas. Al igual que los demás casos que fueron denunciados judicialmente, las autoridades nunca investigaron ni hicieron algo para evitar que continuaran sucediendo. Así, sólo hasta octubre de 1998 se contaba con un recuento de más de setenta y cinco casos de violaciones a los derechos humanos a organismos civiles de esta ciudad. Ver informe "LA GUERRA PSICOLÓGICA EN SU DIMENSIÓN URBANA", difundido por Kinal Antzetic, A.C.
Dicho documento partía del supuesto de que una vez que las fuerzas más obscuras golpearon a la Coordinadora de Organismos No Gubernamentales por la Paz (CONPAZ) hasta su desaparición, después que se desintegró la CONAI, y particularmente después de la masacre de Acteal, se estaba viviendo una nueva escalada en la evolución del conflicto, una fase más de la guerra de baja intensidad o "irregular" : La Guerra Psicológica en su Dimensión Urbana. Se contabilizaba ya para entonces, una serie de agresiones o intimidaciones cuyo objetivo era generar "un gran desgaste emocional, por contaminación perpetua de la vida cotidiana".
En este contexto, el 10 de junio de 1999, el ex-teniente de Inteligencia Militar y en ese entonces "madrina" de la PGR Juan López Vázquez _según la averiguación previa AL40/0607/99_ secuestró a José Hidalgo Pérez y lo entregó a otros asesinos probablemente profesionales, quienes lo torturaron, ejecutaron, degollaron y descarnaron, para hacerlo aparecer en la comunidad de Yalentay, municipio de Zinacantán, en forma de un cráneo y dos huesos largos, a sólo 14 días de la desaparición de José con vida.
Aunque él no era reconocido públicamente por su participación social, el encubrimiento del crimen realizado por autoridades locales, así como las acciones de intimidación y hostigamiento a quienes buscaban a José, hacen pensar que se trata de un castigo ejemplar a la familia Hidalgo Pérez, con efectos multiplicadores hacia la sociedad participativa de esta región de Chiapas.
Debido a la forma como fueron presentados esos restos por la Procuraduría de Justicia de Chiapas, la familia solicitó que se le practicaran estudios del ADN para certificar su identificación, sin embargo a casi siete meses de que personal de la PGR tomó las muestras, no han entregado resultados de los mismos. De manera verbal, han reconocido que no encontraron materia viva suficiente para la comparación genética y desde el pasado mes de noviembre se espera una reunión prometida por esa dependencia federal para informar a la familia y a la sociedad sobre este trágico y extraño crimen.
La Procuraduría de Chiapas no hizo nada para capturar al ex-militar y "madrina" de la PGR, por lo que sólo mediante la presión social, esta dependencia federal lo detuvo el pasado 4 de noviembre. Sin embargo, hasta la fecha aún no está confeso y tal parece que, en connivencia con las autoridades, preparan su pronta liberación. Así, después de haberlo presentado como el "asesino solitario", ahora pretenden exculparlo para desaparecer el eslabón que llevaría a esclarecer este crimen.
Por nuestra parte, como movimiento social exigimos una investigación seria y a fondo del presente caso, para detener la ola de violencia tolerada que extrañamente se ha presentado en San Cristóbal a partir de 1994, y que algunos organismos han denunciado como probable resultado de la acción de "Escuadrones de la Muerte" ; asimismo solicitamos solidaridad para exigir a las más altas autoridades del país las siguientes demandas :
- Que la PGR atraiga el caso de José Hidalgo en su totalidad, y que entregue los resultados del ADN y otros periciales para determinar por qué método y con qué objetivo fueron descarnados esos restos humanos.
