I Encuentro Hemisférico contra la Militarización
6 – 9 mayo 2003
San Cristobal de Las Casas
Lo estratégico en la estrategia estadounidense de dominio[1]
Ana Esther Ceceña
Los asuntos militares constituyen uno de los campos de expresión de las relaciones de poder y de competencia que rigen la sociedad capitalista. Con un estatuto diferente pero con una lógica común de competencia, de sumisión del otro y de imposición de las reglas del juego, las políticas militares transcurren de par con las políticas empresariales.
Particularmente, la visión de totalidad implícita en la misión militar, coincide con la de las grandes empresas trasnacionales que impulsan procesos de producción o comercialización en dimensión planetaria y que se posicionan en el mercado o en la competencia a través de estrategias de ocupación, dominación o control trazadas deliberadamente. En ambos casos, hay un estudio del campo de batalla y una planeación de acuerdo con los escenarios probables, con el objetivo a alcanzar y con el enemigo a vencer, que puede ser, indistintamente, preciso o difuso.
Formas de representación del sujeto hegemónico
La discusión en torno a las formas que asume la representación de la clase como expresión visible de una concepción del mundo que corresponde al imaginario creado por el ejercicio cotidiano del poder es muy amplia. El Estado, como espacio de síntesis de las contradicciones y dinámicas sociales, no es ni puede ser concebido de manera simplista como el instrumento de la clase dominante. Efectivamente representa los intereses y concepciones dominantes de la sociedad que le da sustento pero no constituye su expresión directa. El estado es un espacio de mediación y en esa medida es que puede constituirse en representación colectiva del imaginario social, construido sobre la base de relaciones de poder y de dominación entre las clases y grupos. El estado es expresión de las relaciones hegemónicas dentro del universo social que lo conforma, sin perder la dimensión de sus contradicciones.
En esa medida, el estudio de la economía mundial, de las relaciones mundiales de dominación y de la construcción de la hegemonía tiene como uno de sus referentes fundamentales al Estado estadounidense, ya que éste aparece como el articulador y cabeza del capitalismo mundial, y como el portador y garante de los valores que, siéndole propios, son presentados, y resguardados, como universales. El estadounidense, a la fecha, es el único Estado que tiene la posibilidad real de ser representante, globalmente, de un poder también global que emerge, entre otros, de la escala planetaria alcanzada por sus procesos económicos, militares y, en cierta medida, culturales.
No obstante, ese poder global, en el ámbito económico (productivo, tecnológico, comercial, financiero) es producto de la praxis capitalista de la gran burguesía. El protagonista directo del proceso de transnacionalización de la economía es esa parte de la clase dominante que se ha dado en llamar gran capital, término que la identifica pero que elude su significación como sujeto.
La gran burguesía transnacional asentada en Estados Unidos es la portadora del emblema paradigmático del sistema mundial de producción, entendido en su sentido más amplio. Dentro del imaginario mundial, aun considerando el reconocimiento del liderazgo parcial de sus competidores-socios[2], los símbolos del paradigma dominante siguen siendo enarbolados por IBM, Intel, Microsoft, INTERNET[3], Novartis, Monsanto, General Motors, Chrysler, Exxon, Texaco, AT&T, ITT, Hughes y tantos otros que, como Coca Cola y Sabritas contribuyen a definir los referentes de la vida y la reproducción social.
El trayecto entre el establecimiento de liderazgos y la construcción de un reconocimiento general de superioridad y dirigencia sólo es posible mediante la conformación de un sujeto con múltiples formas de representación articuladas. El sujeto dominante del proceso general de reproducción o del sistema capitalista mundial está constituido por la gran burguesía norteamericana que aparece bajo la forma de las grandes empresas transnacionales, de los cuantiosos flujos de capital financiero que van haciendo y deshaciendo economías y del Estado norteamericano, como portador del interés general y de los valores universales.
Es decir, el sujeto social dominante es un sujeto que se desdobla[4] y que aparece, desde nuestra perspectiva, bajo dos formas fundamentales: la del Estado norteamericano y la de las grandes empresas transnacionales de base estadounidense. Por ello, las estrategias parciales de dominio y competencia en los mercados, y las políticas del Estado en el terreno de la seguridad nacional, mantienen una coherencia impecable en las líneas generales.
Construcción del escenario y sus actores
Estados Unidos es, y se considera a sí mismo, la nación más poderosa de un mundo que se encuentra en proceso de redefinición de fronteras.
La misión del ejército estadounidense consiste en defender los intereses nacionales[5] de Estados Unidos en cualquier circunstacia y cualquier parte de la greografía mundial y, dentro de éstos, garantizar, primero que nada, aquéllos que han sido considerados vitales. En 1998, antes del atentado contra las torres gemelas de Nueva York, el Secretario de Defensa William Cohen aseguraba que "el mantenimiento de la fuerza militar y la capacidad de usarla en defensa de los intereses de la nación y del pueblo es esencial para la estrategia y compromiso con los que Estados Unidos se aproxima al siglo XXI (...) Como la única nación en el mundo que tiene la capacidad para proyectar un poderío militar de envergadura planetaria para conducir con efectividad operaciones militares de gran escala lejos de sus fronteras, Estados Unidos tiene una posición única (...) Para mantener esta posición de liderazgo, Estados Unidos debe contar con fuerzas prestas y versátiles capaces de enfrentar un amplio espectro de actividades y operaciones militares: desde la disuación y derrota de agresiones en gran escala hasta la participación en contingencias de pequeña escala y el enfrentamiento de amenazas asimétricas como el terrorismo." (Cohen, 1998)
Y con esta apreciación de un enemigo difuso y desigual o, mejor, de diversos enemigos de diferente calidad y posibilidades, el ejército estadounidense emprendió una gran transformación para conformar una fuerza de espectro total (full spectrum force), preparada para pasar de escenarios de guerra a escenarios de paz; para transitar de manera ágil entre actividades de defensa, de ataque, de disuación y de prevención; para moverse en zonas selváticas, desérticas o urbanas, pero, sobre todo, para pasar de la acción bélica directa a la teledirigida y a las actividades de inteligencia. Todo esto con un lema: "ser persuasivos en la paz, decisivos en la guerra y preminentes en cualquier forma de conflicto" (DoD, 2000).
Uno de los esfuerzos más importantes en esta línea de espectro total aparece bajo el nombre de Joint Vision en sus dos versiones, 2010 y 2020. Joint Vision surge del acuerdo de todos los segmentos que componen las fuerzas armadas de Estados Unidos .
Las estrategias de reafirmación de la hegemonía.
El planteamiento más completo y sistemático sobre el ethos hegemónico está explicitado en los documentos oficiales del DoD y particularmente en los que se ocupan del diseño de las estrategias de defensa de la seguridad nacional de Estados Unidos, trazados desde la última Quadrennial Defense Review (QDR).
La estrategia de seguridad nacional para un nuevo siglo
El Secretario de Defensa, William Cohen, en ocasión de rendir su informe de 1998 al Congreso, ha señalado que: "América inicia el nuevo milenio como la única superpotencia mundial, como la nación indispensable".
De acuerdo con el Annual report to the President and the Congress. National security strategy for a new century,
..Estados Unidos se encuentra en un periodo de oportunidad estratégico. La amenaza de guerra global ha retrocedido y los valores fundamentales de la nación de democracia representativa y economía de mercado son adoptados en muchos lugares del mundo (...) Sus alianzas (...) se adaptan exitosamente.[6]
Los objetivos generales que debe garantizar el DoD dentro de esta estrategia de liderazgo para el nuevo milenio son
à Asegurar la creación de un ambiente internacional favorable a los intereses de Estados Unidos.
à Tener la preparación y presteza necesarias para responder al amplio espectro de crisis que amenaza los intereses de Estados Unidos.
à Tener la previsión necesaria para estar preparados ante la incertidumbre del futuro cercano.
La política de defensa de los intereses nacionales de Estados Unidos, que es la razón de ser del estado norteamericano, está sintetizada en estos tres objetivos, sin embargo cada uno de ellos encierra una enorme complejidad y supone una acción compartida y coherente de todas las representaciones desdobladas del sujeto hegemónico. Es decir, lo estratégico es un campo interdisciplinario en el que sobre todo se pone en evidencia "..l’articulation l’une avec l’autre de l’économie et de la violence comme double système de menace.." (Joxe:1997).
En efecto existe una estrecha vinculación entre los intereses económicos y geoestratégicos que tiene como eje la ventaja y/o dominación tecnológica y que se manifiesta lo mismo en la estrategia de competencia de las empresas productoras de los sistemas y equipos de producción para uso civil que en los criterios de seguridad aplicados a la producción y concepción de los sistemas de comunicación o armamento utilizados por las fuerzas militares norteamericanas.
Desde 1940 hasta el presente, el Departamento de Defensa (DoD) ha encabezado agresivamente la revolución en la tecnología de información: la investigación y desarrollo en tecnología de información ha sido y sigue siendo una de sus competencias fundamentales.
La Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada (ARPA) del DoD, líder en tecnologías avanzadas, apoya a la industria a mejorar la arquitectura y aplicaciones de la infraestructura nacional de información (NII)". "DoD, como el mayor usuario de los servicios de información hace sustanciales inversiones en infraestructura de información. (Deutch:1994)
El grado de objetivación de los conocimientos y experiencias en todos los planos de la vida social alcanzado por las fuerzas productivas establece una barrera o sanción tecnológica que se emplea en el terreno económico como instrumento de eliminación de la competencia y de atracción de rentas tecnológicas (de plusvalor extraordinario), es decir, de construcción de una posición de superioridad y liderazgo; y en el terreno militar como elemento de superioridad estratégica y de control o sometimiento del enemigo (el otro que compone la casi totalidad de la población mundial).
1. Asegurar la creación de un ambiente internacional favorable a los intereses de Estados Unidos.
La creación de un ambiente favorable a los intereses de Estados Unidos supone, en realidad, el sometimiento de cualquier expectativa de autodeterminación por parte del resto del mundo, así como una renuncia de hecho a la historia y cultura propias. Como es evidente, esta renuncia al propio ser requiere efectivamente de la construcción de un contexto que la haga posible y que, incluso, la haga aparecer como voluntad general. El mercado y la democracia, los dos pilares ideológicos de la ofensiva hegemónica, sintetizan esta política, no obstante, no sólo se requiere de la imposición o inducción de un imaginario amigable con estos principios y, sobre todo, con el contenido que les asigna la ideología del pensamiento único, aunque el impacto y penetración de los medios de comunicación masiva es un eficaz creador de consensos mediante la aculturación o directamente la asimilación cultural que promueve. La persuación en este terreno no parece sin embargo suficiente, a juzgar por la gran cantidad de movimientos de resistencia o confrontación abierta que ha desatado. Se necesitan alicientes más efectivos y confiables, como los que pone en práctica el DoD:
Además de los otros instrumentos de poder como la diplomacia y las inversiones y el comercio económicos, el DoD tiene un papel esencial en la conformación de un ambiente internacional seguro desde la perspectiva de la promoción y protección de los intereses nacionales de Estados Unidos (...) fuertemente integrado con los esfuerzos diplomáticos. (Cohen:1998. Subrayados míos)
Las finalidades declaradas son tres:
· Promover la estabilidad regional. Fortalecimiento de los aliados y de sus compromisos y vínculos con Estados Unidos mediante, entre otros, transferencia de equipo y armamento y actividades de entrenamiento.
· Prevenir o reducir conflictos y amenazas. Esta es una de las piezas clave de la estrategia. Las medidas de prevención se enfocan en: reducir o eliminar las potencialidades o capacidades nuclear-biológica-química (NBC); prevenir y disuadir el terrorismo y reducir la vulnerabilidad de Estados Unidos mediante el incremento en la gama de actividades de inteligencia; proteger la infraestructura decisiva y al personal del DoD; disuadir la producción y afluencia de drogas ilegales en Estados Unidos y sus espacios circundantes; aminorar las condicones estimuladoras de conflictos.
· Disuadir agresiones mediante el empleo de las fuerzas estadounidenses de paz en regiones clave y mediante la demostración explícita de su poderío y capacidad para garantizar la seguridad de sus intereses, y la voluntad para hacerlos valer, donde y cuando sean desafiados.
Es decir, habría dos mecanismos para cumplir con la alta misión que tiene asignada el DoD y que se extiende a un territorio definido no por las fronteras sino por los intereses nacionales de Estados Unidos: la aceptación universal de estos intereses por encima de los de las otras naciones y la inhibición o desactivación temprana de cualquier indicio de disidencia, o, lo que es lo mismo, de autonomía de decisión del resto de las naciones o los pueblos del mundo.
2. Tener la preparación y presteza necesarias para responder al amplio espectro de crisis que amenaza los intereses de Estados Unidos.
A pesar de los avances en la construcción de un ambiente favorable, el mundo sigue siendo complejo, dinámico y peligroso desde la perspectiva del propio DoD, que identifica, desde 1998 por lo menos, las siguientes tendencias como amenazas a su seguridad:
à Conflictos transfronterizos de larga escala (notoriamente Irak-Irán y Corea).
à Fracaso o desvanecimiento de algunos estados previsto de aquí al año 2015 (notoriamente Yugoslavia, Albania y Zaire)
à Peligros transnacionales: Violentas organizaciones terroristas de motivación religiosa que han eclipsado a las más tradicionales de motivación política y organizaciones terroristas con motivaciones étnicas o nacionalistas. Complejización y sofisticación de los movimientos sociales que identifican como terroristas o de amenaza al sistema. Tráfico de drogas y de armamento, que tienden a desgastar la legitimidad de gobiernos amigos. Desastres ambientales. Y, curiosamente ubicados como peligro trasnacional, "incontrolados flujos de migrantes".
à Afluencia de tecnologías potencialmente peligrosas. El vínculo entre conocimiento letal y movimientos terroristas dedicados a catástrofes masivas representa un nuevo paradigma para la seguridad nacional. Los conocimientos letales que se enuncian son de tres tipos, todos relacionados con los espacios estratégicos de control tecnológico: los que conciernen a la fabricación y proliferación de armas nucleares, biológicas o químicas (NBC); los que conciernen a la fabricación de vehículos aéreos y medios para contorlar el espacio; y los que conciernen a la capacidad para generar, utilizar o inutilizar información que pueda ser empleada con fines de control o desestabilización.
à Hay otros riesgos relacionados con situaciones impredescibles (wild card scenarios) como la emergencia de inanticipadas amenazas tecnológicas; la pérdida de acceso a las facilidades decisorias y a las líneas de comunicación en regiones clave; la llegada de partidos hostiles en países amigos. "La capacidad militar de Estados Unidos debe ser suficientemente flexible para hacer frente a estos eventos inesperados". (Cohen:1998)
3. Tener la previsión necesaria para estar preparados ante la incertidumbre del futuro cercano.
Esta iniciativa se compone de cuatro partes principales:
à Modernización tecnológica que incorpore innovaciones de frontera.
à Revolución en los asuntos militares desarrollando las habilidades militares. "...las revoluciones tecnológicas han afectado la naturaleza del conflicto". Por eso, se propone
..guarecerse mediante nuevas tecnologías que ofrezcan a las fuerzas estadounidenses mayor capacidad a través de conceptos, doctrina y organizaciones avanzados, que les permitan dominar cualquier campo futuro de batalla, incluyendo los asimétricos." Hay que fortalecer "ambas, la cultura y la capacidad o aptitudes. (Cohen:1998. Subrayados míos)
à Revolución en la ingeniería de infraestructura y apoyo.
à Protegerse de futuras amenazas para ser capaces de manejar los riesgos en un ambiente de recursos restringidos. Para ello, es necesario mantener un amplio esfuerzo en investigación y desarrollo; vincularse con industrias especializadas en nuevas tecnologías; y desarrollar programas de R & D. Una iniciativa de gran amplitud contra las amenazas futuras requiere garantizar que las fuerzas estadounidenses tengan la capacidad de inteligencia necesaria.
El eje tecnológico en la estrategia de liderazgo mundial para el siglo XXI
El enorme cúmulo de conocimientos concentrados y vertidos en la creación de una amplia y pormenorizada estructura de automatización y apropiación de la naturaleza ha complejizado la organización social en todas sus dimensiones, incluida por supuesto la militar. Por ello, y considerando el cambio en el escenario mundial y la consiguiente "revolución en los asuntos militares" contemplada en el QDR (Cohen:1998), la innovación tecnológica y la posibilidad de colocarse en la frontera del conocimiento en los campos fundamentales adquieren la mayor prioridad.
El término de la guerra fría, las escalas planetarias del proceso de reproducción, dominación y competencia y la variedad de escenarios y universos culturales que componen la totalidad mundial otorga a las actividades de inteligencia y prevención (o represión anticipada) de conflictos una enorme importancia: "La inteligencia representa la primera línea de defensa" (Deutch:1994).
Esto no cancela la necesidad de establecer una superioridad en la calidad de los armamentos y en los mecanismos correspondientes a la guerra convencional sino que multiplica los terrenos de búsqueda tecnológica y otorga a la centralización y procesamiento de información un lugar estratégico. A decir de Foucault, "El poder no tiene necesidad de ciencia sino de una masa de informaciones que, por su posición estratégica, él es capaz de explotar." (1977, p. 121)
Para ello, dentro de los que se consideran los posibilitadores decisivos de esta línea estratégica se encuentran:
à Un sistema de inteligencia con alcance global.
à Comunicaciones globalizadas(Network centric warfare) e impedimento de interferencia por parte del enemigo. Control de los mares y el espacio aéreo.
à Superioridad en espacio. Reconocimiento, vigilancia, inteligencia, computadoras, comunicaciones, control y dirigencia globales (command, control, comunications, computers, intelligence, surveillance and reconnaissance, C4ISR). Para mantener la ventaja actual en el espacio y promover (o mantener) una posición de exclusividad relativa, aun cuando más usuarios desarrollen sus capacidades, Estados Unidos debe dedicar suficientes recursos de inteligencia para monitorear a los usuarios externos de activos asentados espacialmente.[7]
La tecnología, a la usanza capitalista, es sin duda la manera de establecer espacios privados de control y ventajas que generen condiciones para la construcción y el ejercicio del poder. Este poder se construye y se manifiesta en las cuatro dimensiones principales de organización y reproducción de la sociedad mundial (militar, económica, cultural y política) y en todas ellas es posible identificar una infraestructura tecnológica que sirve como eje de articulación y, evidentemente, de dominación. No obstante, si bien las empresas, para fines de la competencia, desarrollan una buena parte de la investigación en nuevas tecnologías, es el Estado, a través de su Departamento de Defensa, quien se ocupa de garantizar el mantenimiento de posiciones de vanguardia en los campos estratégicos para la definición de la superioridad tecnológica en general, posibilitando la investigación abierta en ciencia básica[8], su aplicación eficiente en potencia militar y su traslado suave hacia la industria civil (ver esquema). El DoD ha desarrollado el concepto de tecnología de uso dual para apuntalar simultáneamente la superioridad militar y la superioridad económica de Estados Unidos, pero también para compartir parte de los gastos que requierte el sistema de defensa estadounidense.[9]
à Creación de una normatividad universal tanto en el terreno de la guerra a través de organismos como la OTAN o la ONU y de la gestión económica global mediante la implantación de criterios determinados supranacionalmente por el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial o la OMC, entre otros, como en el de la producción a través del establecimiento de equivalentes o referentes generales tecnológicos[10] que marcan las pautas de la producción, la organización productiva y la competencia.
El DoD apoya la creación de normas internacionales para los servicios integrados de información en amplitud de banda y es pionero en investigación, desarrollo y evaluación de criptografía, de verificación de tecnología de computación y de servicios y productos seguros de información. Ha sido el encargado de promover un protocolo único para las comunicaciones internacionales (TCP/IP) y, por lo tanto, ha garantizado con ello su supremacía sobre el sistema de comunicaciones global. Asimismo, es en conjunción con el DoD que se desarrollan las tecnologías correspondientes al campo de computación cognitiva y para el que actualmente se han alcanzado los niveles de apropiación o reproducción de la inteligencia y procesos mentales de un simio (máquina Deep Blue de IBM dentro del proyecto Brain machine. DARPA, 2002).
Estas normas son fijadas de acuerdo con los criterios estratégicos de seguridad pero también con las condiciones y posibilidades de sus industrias de ingeniería de información, de ingeniería nuclear, de biocomputación y de bio-nano-microelectrónica. De esta forma se mantiene un liderazgo impuesto simultáneamente por las razones de la economía y de la "persuacióny dominación militar".
à DoD es el líder en el uso global de la tecnología de información. "Sólo las corporaciones verdaderamente grandes tienen sistemas internacionales de comunicación que se acercan a los del DoD en tamaño y amplitud y sólo las más avanzadas de éstas se acercan a la heterogeneidad, complejidad y diversidad de vínculos integrados que tiene el sistema de comunicaciones del DoD" (Deutch:1994).
En el caso de estos sistemas tecnológicos es tan importante la escala de utilización como la producción, ya que su innovación y las facilidades que otorga al resto de los sectores se multiplican con la intensidad y amplitud de su utilización.
La amplitud de alcance de estos sistemas es base, también, de la articulación de intereses en torno al control de recursos estratégicos que son de utilidad múltiple pero esencial como el petróleo, la biodiversidad o el uranio. "En América Latina hubo (...) una intensa actividad de teleprospección coordinada por las transnacionales petroleras (Gulf, Exxon), los grandes fabricantes de generadores, turbinas y centrales eléctricas nucleares (General Electric, Westinghouse) y –por supuesto-, los gigantes de la industria aeroespacial y de telecomunicaciones (Litton, Hughes Aircraft) en busca de yacimientos de petróleo, uranio y cobre en la Amazonia (Brasil y Perú), Venezuela y Chile". (Rosaslanda:1998, p. 75). Litton y Hughes son empresas que funcionan bajo el auspicio casi total del DoD.
Conclusión
El estudio de la competencia económica y del proceso de concentración de capital es por sí mismo incapaz de dar cuenta de la complejidad del proceso de dominación y de la construcción de la hegemonía mundial, a pesar de su esencialidad. La dominación económica no puede desentenderse de la violencia que le es inmanente[11] y que se evidencia en la dimensión militar de organización del poder.
El sujeto hegemónico, sujeto desdoblado que despliega su estrategia de poder en todas sus dimensiones de representación sólo puede ser aprehendido en su integridad, que es asimismo el asiento de sus condiciones de posibilidad. Y es en este horizonte de aproximación en el que se evidencian los complejos y variados mecanismos de construcción del poder hegemónico pero también es el que permite vislumbrar sus condiciones de vulnerabilidad y sus fronteras consustanciales o límites civilizatorios. Al fin, "las fuerzas presentes en la historia no obedecen ni a un destino ni a una mecánica, sino al azar de la lucha". (Foucault:1977, p. 20)
Bibliografía citada:
Ceceña, Ana Esther (1998) (Coord), La tecnología como instrumento de poder, Ed. El Caballito, México.
Ceceña, Ana Esther y Andrés Barreda (1995) (Coords), Producción estratégica y hegemonía mundial, Siglo XXI, México, 541 pp.
Cohen, William (1998), Annual report to the President and the Congress. National security strategy for a new century, U. S. Department of Defense, Estados Unidos.
Cohen, William 1998 Annual report to the President and the Congress. National security strategy for a new century, U. S. Department of Defense, Estados Unidos.
Charnay, Jean-Paul (1990), Critique de la stratégie, L’Herne, París, 325 pp.
Deutch, John (1994), DoD and the national information infrastructure, The Department of Defense
DoD 2002 "100 Companies Receiving The Largest Dollar Volume Of Prime Contract Awards" Fiscal Year 1996 -1999 – 2002 en http://www.defenselink.mil
Joxe, Alain (1997), La science de la guerre et la paix, projet non publiable.
Marx, Karl (1972), Elementos fundamentales para la crítica de la economía política 1857-1858 (Grundrisse), t. II, Siglo XXI, México.
Ornelas Bernal, Raúl (2000), Les entreprises transnationales et la domination économique. La concurrence au sein du noyau technologique, Tesis de doctorado (inédita), Université de Paris X.
US Department of Defense 2000 Joint vision 2020, en http://www.dtic.mil/jv2020. 30 de mayo.
[1] El presente trabajo no es más que un borrador de la ponencia presentada en el I Encuentro Hemisférico frente a la Militarización y que no pudo ser incorporada en su versión final en la memoria. Esto determina que no corresponda cabalmente a las imágenes usadas en la presentación y que tenga seguramente algunas algunas que ya no fue posible cubrir a tiempo. Se agrega por ello un pequeño artículo que complementa parte del análisis sobre territorialidad presentado en la ponencia y no incluido en el texto.
[2] Dentro de las relaciones de poder, que ni es ni podría ser absoluto, las relaciones de competencia se combinan con acuerdos temporales, alianzas y convenios de producción o investigación de muy variados tipos y niveles que tienden a confundir sus intereses. La relación no deja de ser de competencia pero también de solidaridad y de reconocimiento a las jerarquías.
[3] Aunque no es empresa es uno de los soportes más importantes a los procesos de producción y es una creación norteamericana.
[4] En un trabajo muy sugerente Jean-Marie Vincent planteó el problema de la sociedad capitalista como una sociedad que se desdobla. Se trata de la introducción al volumen de Critique de l’Économie Politique sobre el Estado, publicado en los años setenta.
[5] Es curioso que siendo la nación más transnacionalizada del mundo y la mayor beneficiaria de la internacionalización insista, aun en su plan estratégico hasta el año 2015, en la defensa de sus intereses nacionales que, además, se ejercen en el territorio mundial completo (y lo mismo ocurre con respecto a la conquista del espacio).
[6] Cohen:1998.
[7] Para ser realmente una fuerza de amplio espectro, los militares estadounidenses deben ser capaces de derrotar incluso a los adversarios más innovadores. Quienes se oponen a Estados Unidos utilizarán crecientemente estrategias y tácticas no convencionales para compensar la superioridad de Estados Unidos. (Deutch:1994)
[8] Over 40 percent of DARPA’s budget can be considered as devoted to highrisk, high-payoff component technologies. (DARPA, 2003)
[9] Las investigaciones realizadas por la agencia de investigación y desarrollo del DoD, ARPA, fueron la base de la graficación por computadora; del tiempo compartido; de los paquetes con interruptores que más tarde dieron lugar al ARPANET, de donde derivó el INTERNET; de la inteligencia artificial que comprende el reconocimiento de voz, los sistemas expertos y la visión digital; y de la ingeniería informática. Los esfuerzos tecnológicos de ARPA van desde investigación básica hasta aplicaciones avanzadas y testbeds. (Deutdh, 1994; Cohen, 1998)
Ya en 1994 ARPA estableció varios proyectos experimentales de redes gigabit/segundo para explorar en arquitectura, manejo y seguridad de redes y, actualmente, las líneas dorsales que dan soporte a la red ABILENE en Estados Unidos, instaladas por MCI, tienen una velocidad de 8 gigabits/seg mientras que la mejor red alemana, que es la que le sigue, tiene una velocidad de 2 gigabits/seg. La diferencia cualitativa es abismal y establece una brecha que tiene repercusiones en todas las actividades relacionadas con esas redes. (Ornelas:2000) Asimismo, el desarrollo de las nuevas tecnologías de comunicación constituyó un componente esencial de la plataforma de despliegue de la producción mundial posfordista, es decir, de los procesos de trabajo off shore (maquilas en el norte de México, el Sudeste Asiático y, más tarde, el Caribe y Centroamérica) y de las redes de producción altamente automatizadas y espacialmente desmembradas que conocemos hoy.
La vinculación estrecha entre la industria civil y militar está presente en todos los campos importantes de desarrollo tecnológico pero destacan entre ellos, en la actualidad, los siguientes:
· Creación de redes tecnológicas avanzadas en coordinación con la industria y las universidades basándose en el concepto de entramado global (global grid) y para los fines militares y civiles de Estados Unidos.
· Alto rendimiento en computación creando sistemas capaces de realizar 100 mil millones de operaciones por segundo y posteriormente billones de operaciones por segundo.
· Tecnología para sistemas inteligentes. Incluyen desciframiento (o comprensión) de imágenes, de lenguaje humano e integración inteligente de información cuyos propósitos son desarrollar tecnología de visión artificial para aplicaciones como la inspección de sistemas de producción, permitir la interacción directa y natural de las fuerzas militares con sistemas complejos con base en la investigación lingüística y lograr la integración y procesamiento de información heterogénea y de fuentes dispares para presentarla a los usuarios organizada de acuerdo con su relevancia.
· Mejoramiento de la tecnología informática reduciendo el tiempo de creación, incrementando la confiabilidad y mejorando su mantenimiento
· Electrónica avanzada. Sustancial mejoría en el equipo (hardware) para la NII. Las áreas de investigación comprenden superconductores de alta temperatura, materiales de alto rendimiento como el arseniuro de galio y módulos multichip (MCMs) que permiten la integración de un sistema completo en un solo módulo sin componentes separados. Con los MCMs los sistemas electrónicos alcanzan altos rendimientos, mucha mayor confiabilidad, menor consumo energético y menores costos de producción, permiten nuevos niveles de rendimiento y miniaturización en equipo de cómputo y comunicación.
· Estudio y aplicación de conocmientos acerca del genoma humano
[10] Sobre este punto ver mi trabajo "Proceso de automatización y creación de los equivalentes generales tecnológicos" en Ceceña:1998.
[11] "..la violence, facteur économique évident mais sans statut dans l’économie mathématisée contemporaine." (Joxe:1997)