HUGO significa Human Genome Project Organisation (Organización del Proyecto de Genoma Humano).
Atrás de eso se esconde un enramado de investigadores e instituciones, los cuales se han propuesto como meta decifrar toda la información genética de la humanidad hasta el año 2005. La cabeza de todo esto es el premio Nobel D.Watson. En 1990 llamó a toda la comunidad científica a participar en el Human Genome Project. Los llamados robots-secuencia descifran hoy en día el patrimonio de la humanidad. Actualmente se han descifrado cerca de 8,000 genes, poca cosa, cuando se sabe que sólo en el cerebro hay 50,000 genes activos en el transcurso de la vida. Cuando termine la identificación seguirá la siguiente etapa que es la determinación de la actividad conjunta de los genes. Con todo ese conocimiento quieren los médicos moleculares investigar las causas de las enfermedades. Terapias genéticas individuales serán, en el siglo XXI, lo que revolucionará a la medicina. Dos años después de que se inició el proyecto, un grupo de científicos de la Universidad de Stanford en San Francisco criticó al mismo: el proyecto ignoraba a los pueblos indígenas que, en parte, viven todavía apartados del mundo y con eso no se cubría toda la diversificación de la raza humana. El líder del grupo fue el italiano Luigi Cavalli-Sforza. El reclamo de los científicos llevó al final a la creación del Human Genome Diversity Project. Este proyecto comenzó en secreto. Cuando los primeros indígenas —fueron los Maori de Nueva Zelandia— supieron del Human Genome Diversity Project, le dieron un nuevo nombre: El Proyecto Vampiro. |
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